Si nos quedamos solo con dos de las acepciones de la entrada ‘vender’ registradas en el DLE (1. Traspasar a alguien por el precio convenido la propiedad de lo que se posee. / 2. tr. Exponer u ofrecer al público los géneros o mercancías para quien las quiera comprar.), podemos decir que las redes sociales no son únicamente para ello, aunque desde que la sociedad se ha organizado en redes el intercambio de mercancías o productos es consustancial. Si entendemos que ‘vender’ puede ser entendido em sus otras acepciones 5 y 6 (“Hacer aparecer o presentar algo o a alguien de una manera hábil y persuasiva. Vendía bien su imagen./ 6. intr. Dicho de una persona, de una idea, de una conducta y, especialmente, de un producto comercial: Conseguir mayor o menor éxito de ventas o alcanzar aceptación social) se hace patente que son usadas para estos fines, no necesariamente comerciales, porque, a fin de cuentas, son un foro de discusión e intercambio de ideas, de generación de opinión, y estos procesos implican persuadir, convencer, seducir. Por otra parte, nacen ligadas con la imagen (o su par ‘marca personal’), con todo lo simbólico que esto supone para el individuo como miembro de una red que busca ser aceptado en esa red.